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Línea 1: Identidad, fronteras y migración

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Doble Frontera Frontera Migrantes

De fronteras, documentos y experiencias de movilidad laboral entre México-Guatemala

Borders, documents and labor mobility experience in the Mexico-Guatemala región

Resumen:

El propósito del presente artículo es comprender el efecto de las políticas de control fronterizo — centradas en la documentación migratoria— sobre la experiencia de la movilidad laboral transfronteriza en el estado de Chiapas, México, a través de una investigación cualitativa en la localidad de Frontera Comalapa.

El análisis de los resultados señala la existencia de una zona libre, donde el estatus migratorio aún parece tener una influencia incipiente en la calidad de la experiencia del cruce fronterizo entre la población guatemalteca que cruza constantemente y en la inserción e integración laboral, a la inversa de lo que sucede con el tránsito hacia el norte de México y Estados Unidos de América, donde hay una mayor vigilancia del Estado.

Artículo:

La vida transfronteriza en el sur de México tiene una larga historia que remite a la antigua territorialidad de los pueblos mesoamericanos, previa a los procesos de colonización española. Los pueblos indígenas de origen centroamericano transitaban la región siglos atrás, antes del establecimiento de la frontera sur de México (Castillo 2017; Fábregas Puig 2005). A más de un siglo de fijarse la actual demarcación fronteriza, el cruce de miles de personas guatemaltecas —que por generaciones se han trasladado para trabajar en las localidades aledañas a la división internacional— continúa. Desde principios del siglo xx, el gobierno mexicano ha desarrollado políticas migratorias de documentación de los trabajadores guatemaltecos (Martínez Velasco 1994), en el marco del nacionalismo mexicano (Cunin 2014). En tanto, el despliegue de programas de documentación migratoria de las últimas dos décadas sucede en el marco de las políticas de control fronterizo para la seguridad nacional y regional (Castillo 2017; Sandoval Palacios 2000). Las viejas y nuevas políticas han convertido en ilegales las antiguas prácticas de desplazamiento regional (Rojas Wiesner 2017), además de incrementar los niveles de clandestinidad y riesgo de las personas que siguen su tránsito hacia Estados Unidos; así lo señalan Ruiz Marrujo (2001) y Basok et al. (2015). Sin embargo, la investigación que se describe en este artículo muestra un desfase entre esas políticas regionales de control migratorio y las prácticas cotidianas de movilidad de las personas que cruzan la frontera sur de México, específicamente, la de Frontera Comalapa-La Mesilla. Existe una realidad cotidiana para una parte significativa de la población que sigue cruzando sin documentos, ya sea que lo hagan para estancias por horas en una dinámica commuter, para permanecer por tiempos más largos en esta frontera o para transitar hacia el norte del país.

Este artículo tiene como objetivo analizar las repercusiones de la documentación de identidad migratoria en la experiencia de movilidad laboral transfronteriza de personas de origen guatemalteco en el municipio de Frontera Comalapa, en la región de La Mesilla, el cual ha registrado un incremento inusitado en los últimos años, particularmente entre la población indígena. El artículo se sitúa en las discusiones sobre las respuestas de las personas a las políticas de control de la movilidad, a través de la expedición de documentos migratorios de carácter temporal, como estrategia estatal para evitar la residencia y permanencia a largo plazo de los inmigrantes, con consecuencias en procesos de exclusión ciudadana (Horton 2020). Asumiendo, como lo señala Heyman (2020), que los documentos de identidad —no solo los migratorios— representan la materialización del poder del Estado sobre los individuos y, a la vez, constituyen un sitio privilegiado para estudiar los procesos de exclusión y de resistencia ciudadana; también acudimos a las premisas de la antropología del Estado (Das y Poole 2004), que señala la compleja relación de las personas con los agentes e instituciones estatales y las múltiples tácticas y estrategias para evitar el control de su movilidad y realizar sus proyectos vitales.

La investigación que da pie a este trabajo se basa en un estudio cualitativo a través del método biográfico con personas de origen guatemalteco que tienen estancias de más de un día en la localidad de estudio. Esta decisión se debió al interés por estudiar el proceso de movilidad y la integración social con miras al asentamiento, o bien la migración al norte del país. En las primeras exploraciones encontramos que el tema de la documentación migratoria y de identidad ocupaba a distintos agentes sociales, líderes laborales, funcionarios y activistas pro derechos de los migrantes. Este hecho llevó a indagar la relevancia de este aspecto en la movilidad y en la integración social de las personas de origen guatemalteco, dada su importancia no solo en las políticas públicas, sino en las discusiones académicas.

A continuación, se presenta la metodología del estudio que respalda este trabajo; sigue un apartado sobre la construcción conceptual de frontera, documentación y movilidad, con énfasis en aquella que se ha producido para el análisis de la región específica; continúa la descripción del contexto regional y local, basada en el análisis de datos censales de 2020 (inegi 2020) y la encuesta representativa sobre migración en la frontera sur para el año 2017 (colef et al. 2019). Posteriormente, el análisis de los datos cualitativos es presentado en torno al papel de la documentación en la experiencia de la movilidad fronteriza y laboral. En la parte última, se presentan las conclusiones.

Metodología

La metodología de estudio es cualitativa, basada en entrevistas en profundidad de corte biográfico que registran los eventos vitales más significativos de las personas en torno a la movilidad, la vida familiar, el empleo y la residencia. Se entrevistaron a 27 personas mayores de edad nacidas en Guatemala —residentes de Frontera Comalapa—. En los criterios de diferenciación de la muestra se consideraron la condición de documentación migratoria, el sector del empleo actual, la adscripción étnica y el género. Las características de la muestra son las siguientes: 12 personas son indígenas,1 14 no tienen documentos migratorios de cruce fronterizo, 14 son hombres y 13 mujeres, sus edades van de los 18 a los 65 años, de estas, 13 personas tienen entre 18 y 35 años, mientras 14 tienen entre 36 y 65 años. Las entrevistas fueron realizadas por un equipo de investigadoras y estudiantes de posgrado,2 en julio de 2018. Para establecer el contacto inicial con los informantes contamos con la ayuda de un asistente de campo, trabajador de una organización de la sociedad civil en la ciudad de Frontera Comalapa. A partir de las primeras entrevistas, seguimos la estrategia bola de nieve para ampliar la muestra y lograr la confianza directa con los informantes, de quienes guardamos en el anonimato el nombre y lugar de residencia, dado que algunos no cuentan con documentación migratoria. Las entrevistas se hicieron en español,3 se llevaron a cabo en espacios públicos y en las viviendas de los entrevistados, fueron grabadas —previo permiso del informante— y tienen una duración de entre treinta minutos y una hora.

Previo a las entrevistas en profundidad con los sujetos de estudio, realizamos entrevistas abiertas con informantes clave, las cuales nos guiaron en la revisión de la guía previamente construida y nos señalaron la relevancia de la documentación migratoria en la movilidad y la integración social de las personas guatemaltecas. Sin embargo, como lo veremos en los resultados que se describen, la vida de los cruzadores fronterizos no depende completamente de la documentación, sino de estrategias complejas basadas en experiencias generacionales de movilidad transfronteriza. La perspectiva biográfica nos permitió observar cómo han cambiado sus experiencias de desplazamiento laboral en relación con la condición de documentación migratoria a lo largo de sus vidas, a través de la sistematización de la cronología de los eventos biográficos y su nexo con acontecimientos sociales, así como el significado que tales sucesos cobran en el contexto de sus historias biográficas y familiares. Las entrevistas fueron transcritas y se elaboraron fichas narrativas sobre los ejes de documentación, movilidad y trabajo, cuidando las marcas de tiempo y espacio. Adicionalmente, recurrimos a fuentes cuantitativas para contextualizar el estudio cualitativo. Realizamos procesamientos estadísticos descriptivos del censo de población y vivienda 2020 (inegi 2020) y de la encuesta sobre migración en la frontera sur de México 2017 (emif Sur) (colef et al. 2019)4 para caracterizar étnica y sociodemográficamente a la población guatemalteca, así como la dinámica de cruce en la frontera México-Guatemala y, en particular, de La Mesilla- Ciudad Cuauhtémoc.

Antes de abordar la contextualización del estudio cualitativo en Frontera Comalapa, se plantean algunos elementos de orden conceptual, en diálogo con la literatura que aborda la migración guatemalteca en esta región fronteriza.

Estado de la cuestión sobre movilidad fronteriza entre México y Guatemala

La revisión de la literatura de la región, a la luz de la tesis de Cresswell (2013) sobre la constitución del espacio fronterizo a través de las movilidades, hace evidente la heterogeneidad subregional, tal como lo plantea Arriola Vega (2018), ante lo que considera una representación parcial de la frontera México- Guatemala. Un gran número de movilidades confluyen en las distintas subregiones fronterizas que propone Arriola Vega: 1) las visitas de interés familiar, comercio y turismo (Basail Rodríguez 2011), que son la amplia mayoría; 2) los desplazamientos forzados de refugiados en la década de 1980 (Castillo y Casillas Ramírez 1988); 3) la migración laboral, constituida por trabajadores agrícolas temporales del café y el maíz, principalmente (Castillo 2017; Ángeles Cruz y Rojas Wiesner 2000; Rojas 2017; Martínez Velasco 1994), y 4) el tránsito hacia Estados Unidos de América, que en la última década se ha distinguido entre lo que podríamos llamar espontáneo (Castillo 2017; Ángeles Cruz y Rojas Wiesner 2000; Martínez Velasco 2014) y el organizado en caravanas a partir de 2018 (Varela Huerta y McLean 2019).

El análisis de tales desplazamientos ha producido conceptualizaciones distintas, aunque no divergentes, sobre el espacio fronterizo. Una perspectiva concibe la frontera como una región de alta interacción humana y comunitaria desde antes del siglo xix (De Vos 2002; Fábregas 2005; Castillo 2017; Rojas Wiesner 2017; Martínez Velasco 1994), mientras que otra la observa como puerta de entrada a los corredores migratorios hacia Estados Unidos de América, marcados por la clandestinidad y el riesgo ante el crimen organizado y las estrategias de vigilancia del gobierno (Basok et al. 2015; Ruiz Marrujo 2001; París Pombo 2017). En ambas perspectivas está presente la propuesta pionera de De Vos (2002) sobre la frontera como línea y como frente.

Los estudios documentan los obstáculos que encuentran las personas para cruzar, residir y, luego, transitar hacia el norte, los cuales se relacionan directamente con las políticas, cada vez más restrictivas, de control migratorio del gobierno mexicano. La intención de ordenar los flujos de movilidad entre México y Guatemala se inscribe en la estrategia global de control de las migraciones sur- norte, en el marco de la seguridad nacional (Sandoval Palacios 2000). Sin embargo, adicionalmente a las consideraciones sobre el orden global, es importante tomar en cuenta la historia y la política específica a nivel regional y local. Rojas Wiesner (2017) data el auge del control de los cruces de Guatemala a México mediante la documentación en la década de 1990, con diferentes tipos de permisos; aunque es hasta la primera década del siglo xxi cuando sucede la regularización para condicionar a los visitantes (trabajadores o no) con permisos específicos previstos en diferentes programas y leyes (Rojas Wiesner 2017, 91; inm et al. 2013). La política de control migratorio entre México y Guatemala ha combinado la documentación expedita, por medio de permisos temporales para el cruce, con la persecución, detención y deportación de quienes se desplazan al norte (Rojas Wiesner 2018). Los estudios reportan el proceso de criminalización de los migrantes al convertir en ilegal una añeja práctica de desplazamientos (Castillo 2017), lo cual no solo ha afectado a los migrantes, sino también a los residentes mexicanos (Galemba 2018). No obstante, los estudios de corte histórico y antropológico sobre la región muestran una alta movilidad transfronteriza un tanto indiferente a la documentación migratoria (Basail Rodríguez 2011; Castillo 2017; De Vos 2002; Fábregas Puig 2005; Rojas Wiesner 2017; Martínez Velasco 1994) a lo largo de la amplia franja donde funcionan diez puntos fronterizos sin muros ni infraestructura material en las garitas (Rojas Wiesner 2018).

Conclusiones

Las conclusiones de este artículo se pueden organizar en diferentes niveles analíticos. Un primer nivel es conceptual, al plantear que lo que se distingue como aproximaciones distintas a las fronteras como fluidas o contenciosas responde a la observación empírica de fenómenos de movilidad diferentes. En ese sentido, la frontera tiene esa capacidad ambigua de funcionar como territorio fluido, o bien como contenedor, una vez que observamos la relación política entre lo local y lo global, o continental. El fenómeno aquí documentado refiere a esa movilidad transfronteriza regional que precede a las fronteras estatales y que persiste adaptándose en forma creativa a las recientes políticas de documentación migratoria. A unas décadas de establecidos los programas de regularización migratoria en la frontera sur de México, a través de la expedición de documentos de visitante o trabajo temporal, es posible concluir que para la movilidad transfronteriza la documentación migratoria juega un papel relativo, tanto para el cruce como en los procesos de inserción laboral y residencial. Los hallazgos de esta investigación señalan una especie de brecha entre la política migratoria y las prácticas cotidianas de las poblaciones que por siglos han transitado de un lado a otro de la frontera.

Una segunda dimensión de las conclusiones es de orden empírico, sobre el fenómeno de la movilidad e inserción social de los migrantes guatemaltecos transfronterizos. Sin duda, la obsesión burocrática de documentar a todos los cruzadores ha tenido sus frutos en la narrativa estatal y el afán institucional que se refleja en las estadísticas. Según los datos cuantitativos, hay una amplia cobertura de los programas de documentación mediante permisos temporales, ya sea para residentes o trabajadores: casi dos terceras partes de la población que cruza la frontera lo hace con documentos.

A pesar de lo anterior, estos datos contrastan con lo que sucede a nivel local en las interacciones sociales y en las experiencias de los migrantes guatemaltecos que por muchos años han encontrado oportunidades de empleo del lado mexicano. Los resultados cualitativos documentan experiencias de un cruce fluido por la garita de La Mesilla y Ciudad Cuauhtémoc, independientemente del estatus migra- torio. Esta apreciación se confirma al estudiar la importancia de los documentos en la movilidad transfronteriza y en su residencia en Frontera Comalapa. Los procesos de documentación son accidentados y no lineales. Las personas, una vez que logran el permiso para cruzar o trabajar, lo pueden perder, se vence y no es renovado o viven sin haber tenido papeles nunca (recordemos que para 2017, los indocumentados constituían más de una tercera parte de los flujos). La falta de información o los costos económicos de tal documentación es un obstáculo para tramitarlos, pero el desaliento mayor es que no representan un gran obstáculo para cruzar reiteradamente la frontera entre México y Guatemala o permanecer en Frontera Comalapa. La documentación migratoria —como punto para observar la relación de los individuos con el Estado— está filtrada por los agentes estatales de piso: los oficiales de migración, ya sea en la expedición o en la vigilancia. Ellos toman decisiones en un terreno que relativiza la importancia de los documentos en el cruce, debido a negociaciones flexibles que difícilmente terminan en detenciones o deportaciones formales. Además, están los mercados de trabajo local que integran a la población guatemalteca independientemente de su estatus migratorio.

Rerefencias

Abraham, Itty, y Willem van Schendel. 2005. «Introduction: The making of illicitness». En flows and criminal things: States, borders, and the other side of globalization, editado por Willem van Schendel e Itty Abraham, 1-37. Bloomington: Indiana University Press.

Ángeles Cruz, Hugo, y Martha Luz Rojas Wiesner. 2000. «Migración femenina inter- nacional en la frontera sur de México». Papeles de Población 6 (23): 127-51. http:// papelesdepoblacion.uaemex.mx/.

Arriola Vega, Luis Alfredo. 2018. «A new agenda to study the Guatemala-Mexico/Mexico- Guatemala border (lands) region». Journal of Borderlands Studies, 35: 759-80. doi:10.1080/ 08865655.2018.1462240.

Basail Rodríguez, Alain. 2011. «Habitar la identidad entre fronteras: La frontera chia- paneca de México-Guatemala». Ideação: Revista do Centro de Educação e Letras 13 (1): 29-53. doi:10.48075/ri.v13i1.5248.

Basok, Tanya, Danièle Bélanger, Martha Luz Rojas Wiesner y Guillermo Candiz. 2015. Rethinking transit migration: Precarity, mobility and self-making in Mexico. Nueva York: Palgrave MacMillan. doi:10.1057/9781137509758.

Castillo, Manuel Ángel. 2017. «Movilidad transfronteriza entre Chiapas y Guatemala: Políticas migratorias y de seguridad en el contexto actual». EntreDiversidades: Revista de Ciencias Sociales y Humanidades, 8: 53-82. doi:10.31644/ED.8.2017.a02.

Castillo, Manuel Ángel, y Rodolfo Casillas Ramírez. 1988. «Características básicas de la migración guatemalteca al Soconusco chiapaneco». Estudios Demográficos y Urbanos 3 (3): 537-62. doi:10.24201/edu.v3i3.697. Cresswell, Tim. 2013. Geographic thought: A critical introduction. West Sussex: Wiley- Blackwell.

Notas

1. Hablan lengua indígena, en su familia o comunidad hablan lengua indígena o se autoadscriben como indígenas.
2. El presente documento es producto del subproyecto «Movilidades transfronterizas e inserción laboral de población guatemalteca en México: Especificidades regionales en la frontera sur (objetivo S)», que formó parte del proyecto interinstitucional «Región transfronteriza México- Guatemala: Dimensión regional y bases para su desarrollo integral» (www.rtmg.org), financiado por el conacyt (CentroGeo, ciesas, colef, cide, Ecosur, Instituto Mora, flacso Guatemala, usac, 2018-2019).
3. Algunos de los entrevistados, además del español, hablaban mam, akateko, quiché y kanjobal.
4. Toda la información que se presenta en este apartado proviene de procesamientos realizados por la Unidad de Servicios Estadísticos y Geomática de El Colegio de la Frontera Norte, origi- nalmente, con datos de la encuesta intercensal 2015 y, posteriormente, actualizada con información del censo 2020 para efectos de este artículo. Para una descripción más extensa, véase Velasco Ortiz y Rodríguez (2019). Palabras clave doble frontera; movilidad laboral transfronteriza; documentación migratoria; frontera México-Guatemala; migración guatemalteca.

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